La agresión no provocada de Rusia en Ucrania es una catástrofe humanitaria. La pérdida de vidas y la magnitud de los desplazamientos no se habían visto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Más de un millón de personas han abandonado sus hogares, muchas más han resultado muertas o heridas y los militares rusos están centrados en no dejar nada a los ucranianos para cuando regresen a sus hogares.
Cuando esta agresión termine, los fondos y las cadenas de suministro necesarios para reconstruir el país van a afectar de manera significativa al flujo tradicional de mercancías y a los pedidos de suministros, y requerirán equipos que se desviarán de otros proyectos para la reconstrucción de todo el país.
Sin embargo, en la actualidad, las empresas de logística deben equilibrar entre el horror ante lo que está ocurriendo y, al mismo tiempo, evaluar las condiciones rápidamente cambiantes en torno a las sanciones, el combustible y las disponibilidades de equipo.
La lista de transportistas que han anunciado que no prestarán servicio a Rusia incluye a muchos, si no a todos, los transportistas que hacen escala en puertos alemanes y europeos, como Maersk, MSC, CMA-CGM, Hapag-Lloyd y One Network Express (ONE). Hamburgo y Bremerhaven son puntos de escala y tránsito de la carga que entra y sale de Rusia.
Al poner fin al servicio ruso, esto atrapara las importaciones y exportaciones cargadas y los contenedores vacíos y los pone fuera de circulación. Ahora mismo, todos los contenedores de importación en Rusia no pueden ser vaciados y devueltos a Alemania para ser cargados por Alemania, los Países Bajos y Bélgica.
El tiempo de tránsito deAsia a Europa ahora mismo es de entre 35 y 42 días, hay entre cinco y seis buques ya en ruta, cargados de contenedores para Rusia y Bielorrusia que llegarán y no podrán ser trasladados allí, atascando simultáneamente las terminales y retirando de la circulación valiosos contenedores.
Seguimos trabajando con diligencia con nuestros socios transportistas y clientes para alinear las previsiones de demanda con las solicitudes deequipos tan anticipadas como sea factible, pero sabemos que esto añadirá otra capa de complejidad.
El precio del petróleo sigue subiendo. El primer pico alcista fue impulsado por el ataque de Rusia. La segunda oleada parece estar ligada a la noticia de que EE.UU. y la UE están contemplando dejar de comprar petróleo y GNL rusos, lo que supondría una mayor carestía para la economía del país. Esas subidas del petróleo se traducen inmediatamente en un aumento de los recargos por combustible por aire, mar y tierra. El Loadstar informa el coste del fuel-oil de bajo contenido en azufre de Rotterdam subió el 24 de febrero 30 dólares/tonelada y aumentó un total del 40% desde diciembre.
El precio medio del VLSFO en los 20 principales puertos se ha disparado en casi 130 dólares por tonelada desde que las fuerzas rusas entraron en Ucrania. Los búnkeres marinos están "galopando", dijo la correduría Fearnleys.
Además del coste del combustible -que repercute directamente en todos los modos de transporte-, la oferta de conductores y de combustible para sus camiones se está viendo limitada. La mayoría de los conductores europeos proceden de países como Polonia, Lituania, Rumanía... y Ucrania. Los ucranianos representan el 6-8% de la población de conductores. Muchos de esos hombres y mujeres -según algunas estimaciones, la mitad- han regresado a su país para luchar por él y ayudar a sacar a los refugiados.
Para el transporte aéreo de mercancías, la guerra está afectando a la capacidad, y con esta disminución de la capacidad, las tarifas se disparan. Las sanciones han dejado prácticamente en tierra la flota de cargueros de AirBridge Cargo. Los aviones chárter del operador ucraniano de Antonov, Volga Dnepr, transportan armas y ayuda humanitaria. Operadores de carga como National, Western Global y Atlas están haciendo lo mismo, reduciendo el número de aviones que operan en las rutas comerciales en un momento en el que los vuelos de pasajeros no han vuelto a funcionar a pleno rendimiento.
Lufthansa Cargo anunció una reducción del 10% de la capacidad entre Asia y Europa y los transportistas también están incurriendo en costes adicionales de combustible porque se les ha prohibido el acceso al espacio aéreo ruso. Los camioneros tienen una limitación de combustible. Nos enteramos de que en Polonia sólo se les permite un máximo de medio depósito, es decir, 500 litros por parada, pero estos vehículos tienen capacidad para 1000 litros. Por último, las franjas ferroviarias normalmente asignadas a los trenes de mercancías se están dejando de lado en lugar del interminable flujo de trenes de refugiados llenos de personas que salen del país.
TOC Logistics y ProTrans son sensibles a la situación. Muchos de nuestros clientes tienen proveedores en el corazón de Europa, y entre las sanciones que cambian rápidamente y la afluencia de refugiados, es un momento tumultuoso para mantenerse centrado en las exigencias comerciales de los negocios.
Desde Estados Unidos, seguimos trabajando codo con codo con todos nuestros socios, comprensivos con la avalancha de desafíos y centrados en garantizar la continuidad del servicio y el movimiento continuo de la carga.
Si quieres ayudar en Ucrania, hay muchas ONG y organizaciones benéficas que intentan ayudar. Una gran lista de lugares para donar dinero o bienes de ayuda se puede encontrar aquí. Rezamos febrilmente para que este ataque no provocado y la valiente defensa de Ucrania por parte de sus ciudadanos y del mundo termine lo antes posible. Hasta ese momento, seguimos centrados tanto en las realidades de los negocios como en tratar de encontrar formas de ayudar en un momento de crisis.