El panorama del comercio mundial está experimentando importantes transformaciones a medida que las recientes tensiones geopolíticas, los efectos del cambio climático y las interrupciones de los principales pasos marítimos afectan a determinadas rutas marítimas.
Interrupciones en rutas comerciales clave:
El Canal de Suez, por el que transita entre el 12% y el 15% del comercio mundial, ha sufrido en los dos últimos meses una asombrosa reducción del 42% de su volumen comercial debido al conflicto en curso en Ucrania, lo que ha modificado sus pautas comerciales. Simultáneamente, el Canal de Panamá se enfrenta a una reducción del 36% en el total de tránsitos debido a una grave sequía, lo que hace temer por la capacidad del canal bajo la influencia del cambio climático.
Impacto en vías de navegación específicas:
La crisis del Mar Rojo, marcada por los ataques dirigidos por los Houthi, ha provocado una disminución significativa de los buques que atraviesan el estrecho de Bab al-Mandab, afectando notablemente a rutas comerciales críticas como las que conectan Asia Oriental, en particular desde regiones como Asia Pacífico y Oriente Medio y Asia Meridional, con Europa. En respuesta, las compañías navieras están desviando los buques alrededor del Cabo de Buena Esperanza, lo que introduce complejidades en las rutas comerciales con destino a Europa. Este desvío añade kilómetros y días a cada viaje e influye profundamente en la disponibilidad de contenedores, contribuyendo al espectro de una posible "crisis de contenedores" en las regiones afectadas.
Implicaciones económicas mundiales:
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) subraya las consecuencias económicas de largo alcance de estas perturbaciones, que suponen una amenaza directa para las cadenas mundiales de suministro, causan retrasos y aumentan los costes. El impacto es especialmente grave en los países en desarrollo, lo que subraya la necesidad de una rápida adaptación del sector del transporte marítimo y de una importante cooperación internacional.
Crisis del Mar Rojo y tonelaje aéreo:
La crisis del Mar Rojo ha influido en los tonelajes de carga aérea, observándose un aumento del 24% en los tonelajes mundiales de carga aérea en la segunda semana de enero de 2024, superando las tendencias del año pasado. El aumento es especialmente pronunciado en la carga procedente de Asia-Pacífico, Oriente Medio y Asia Meridional con destino a Europa, potencialmente influida por las interrupciones del transporte marítimo en el Mar Rojo.
Soluciones y estrategias de mitigación:
Las compañías navieras están empleando activamente soluciones provisionales para mitigar el impacto de las perturbaciones. Los buques están desviándose alrededor del Cabo de Buena Esperanza, creando un choque de capacidad concentrado en la capacidad de los buques oceánicos. Las empresas también están recurriendo al ferrocarril de Panamá como alternativa al transporte marítimo a través del Canal de Panamá. El ferrocarril de Panamá discurre paralelo al canal y conecta las costas atlántica y pacífica de Panamá. Aunque estas alternativas han incrementado las tarifas, han permitido que el mercado absorba una parte del impacto, teniendo en cuenta el exceso de oferta en el mercado por las salidas canceladas debido a la falta de demanda.
La escasez prevista de equipos y la cadena de suministro sin resolver:
La importante reorientación ha desplazado a los buques y al equipo que los acompaña de sus rutas habituales y lugares designados. En consecuencia, el sector del transporte marítimo se prepara ahora para una previsible escasez de equipos. Los buques desplegados en viajes prolongados, junto con los retos logísticos de tener equipos en lugares inesperados, están a punto de alterar el delicado equilibrio de la cadena de suministro. Se prevé que la inminente escasez de contenedores disponibles repercuta en varios sectores, causando posibles retrasos en el transporte de mercancías, afectando a los programas de producción y provocando cuellos de botella en la distribución. Este cambio en la disponibilidad y la ubicación de los equipos pone de relieve los retos cambiantes a los que se enfrentan las empresas, que necesitan adaptaciones rápidas para garantizar la resistencia y la eficiencia de la cadena de suministro mundial.
Consecuencias medioambientales:
Desviar los buques de las rutas tradicionales aumenta el consumo de combustible y las emisiones, lo que agrava los problemas medioambientales. Los buques obligados a tomar rutas alternativas queman más combustible por milla, lo que contribuye al aumento de los niveles de CO2 y agrava la huella medioambiental del sector.
Mientras las rutas comerciales se enfrentan a retos sin precedentes debido a la crisis del Mar Rojo y las restricciones del Canal de Panamá, las empresas y las naciones deben adaptarse rápidamente para garantizar la resistencia de las cadenas de suministro. La evolución de la dinámica comercial exige esfuerzos de colaboración y soluciones sostenibles, con las empresas navieras navegando por las complejidades de las tensiones geopolíticas, los retos relacionados con el clima y las interrupciones imprevistas en los pasos marítimos críticos.
Nuestros expertos profesionales están supervisando la situación y trabajando en estrategias para que el impacto sobre su carga sea mínimo. Si tiene alguna pregunta , póngase en contacto con nosotros o con su representante.