De la noche a la mañana, la provincia de Hubei ha informado de que el número de casos notificados del nuevo Coronavirus se ha disparado, lo suficiente como para costar el puesto a dos políticos chinos. Según el South China Morning Post, dos funcionarios del Partido Comunista fueron sustituidos cuando el número de casos notificados se multiplicó por diez, añadiendo 14.840 nuevos casos al recuento, lo que eleva el total a 48.206 con 242 nuevas muertes.

El New York Times informa de que el fuerte aumento de los casos notificados ilustra lo difícil que ha sido para los científicos comprender el alcance y la gravedad del brote de coronavirus en China, especialmente dentro del epicentro, donde miles de personas enfermas siguen sin someterse a las pruebas de la enfermedad.
Ante el gran número de personas con síntomas y la imposibilidad de realizarles pruebas, las autoridades parecen haber cambiado la forma de identificar la enfermedad.

En cuanto a la fabricación, la escasez de trabajadores, la interrupción del transporte, la falta de suministros médicos y la mano dura de los funcionarios locales están dificultando la vida de las fábricas: algunos trabajadores vienen de Hubei, Hunan, Jiangsu y Zheijiang y están en cuarentena durante dos semanas.

Según Reuters, el fabricante contratado por Apple, Foxconn, sólo ha hecho regresar a 16.000 empleados -una décima parte de su plantilla total- y ha pasado a fabricar dos millones de mascarillas quirúrgicas al día para sus empleados.

Los tiempos de tránsito se ven afectados, y para las fábricas que han podido reanudar la producción, el escaso número de transportistas aéreos y marítimos que operan en y a través de China continental augura unas tarifas de flete más altas a corto plazo. La escasez de equipos especiales, como los contenedores frigoríficos, es segura a corto plazo debido a la falta de libertad de circulación en toda China.

Seguimos viendo problemas con los camioneros locales a los que no se les permite entrar en otras localidades. Por ejemplo, en el gobierno del distrito de Beilun, en Ningbo, no se ha concedido la autorización de control sanitario. Las autoridades locales exigen a las empresas que presenten solicitudes de autorización para reanudar el trabajo, demostrando así su capacidad para garantizar procesos de seguridad estrictos y mantener una higiene adecuada.

Para las recogidas dentro de Shanghai no hay ningún problema. Sin embargo, las recogidas en la provincia de Jiangsu o en la de Zhejiang pueden ser problemáticas, ya que en estas provincias el acceso por carretera está restringido únicamente a los camiones con matrícula local. Como hemos hecho la semana pasada, estamos haciendo todo lo posible para trabajar con nuestras empresas de transporte en estas provincias o utilizar la empresa de transporte referida por los proveedores o los propios camiones de los proveedores para entregar en Shanghai. En estos casos, es posible que se apliquen cargos más elevados, ya que la capacidad es muy limitada debido al aumento de la producción.